Sí, ya sé. Esto bien podría aplicarse a la frase "Tocamos fondo", pero no.
Porque no es la primera vez que nos pasa y salimos a flote.
Y por otro lado, el respeto a los 9 que pusieron el pecho, atiborraron la cancha de aliento a sus compañeros, y dejaron todo, que desde el vamos es poco, pero alcanza al menos para salir de la cancha con la frente alta.
Tal vez no se lo merecía Pifa, un regreso esperado, una vuelta después de tantas idas y vueltas justamente.
Pero los 9 salieron así:
Pifa (primeros veinte del mejor Pifa); una línea de 4 más que improvisada: Javi Robocop, Mago, Villares y Trapo; un medio batallador: Oso, Mariano y Javi Pinat; y un solo delantero: el inoxidable Ejecutivo, que a pesar de sus cuarenta parece de veinte.
Y la ilusión duró hasta el primer gol rival, un zapatazo de 25 metros. Y después dos goles dudosos.
Tres a cero y al descanso, sin nada más por hacer.
Aguantar los 40 restantes, sin piernas pero con ganas. Sin ideas, pero con huevos. Sin jugadas de gol, pero con dignidad.
Tres goles más cerraron la justa goleada.
No por los que estaban dentro, sino por los que estaban afuera.
La racha de lesionados, las ausencias injustificadas, un equipo que nunca termina de armarse nos ubica bien claramente en el campeonato.
En el fondo.
No sé si lo tocamos. Para la tabla (números y estadísticas nada más), parece que sí.
Lo bueno de tocar fondo es que lo que sigue siempre es para arriba.
