lunes, 18 de marzo de 2013

HABEMUS PAPO




Habemus Papo en el arco, por suerte, luego de una semana donde no aparecían arqueros a la vista para arrancar el torneo.
Sí, en estos tiempo de gracia divina, y así como un presagio del apocalipsis, el otrora ciclón, hoy ritestein, volvió al ruedo en un nuevo torneo, después de una pretemporada aciaga, con muchas derrotas y la baja del porcino saavedra.
Y la vuelta a las canchas pintaba bien: cancha chica, rivales jóvenes probablemente adormecidos por el horario, un Dt en la lejanía probándose musculosas...  Pero el partido fue un estropicio, digno de ser filmado por la liga y echar a los dos equipos en honor a este bello deporte, que las escuadras no dejaron, durante un segundo, de perjudicar. Pero como Dios es argentino y el papa también, e hincha del otro ciclón, también se dignó a ayudarnos, en el último centro rival, donde un delantero de ellos erró un gol que ni Caruso erraría, aunque usted, estimado lector, no lo crea.
La seguridad de un Papo dormido, una defensa que cada vez se fue metiendo más atrás (tanto que Papo podría hablarle a Guille al oído), un medio que la ve pasar y un lúcido Mago, quizás el punto más rescatable de una madrugada falta de fútbol.
Quizás en estos tiempos de reflexiones papales, sería bueno pensar que estamos para cosas mayores (y no me refiero a categorías, que eso ya sabemos que estamos para las ligas mayores de veteranos), que si salimos a jugar los partidos y no a esperarlos, nos vamos a divertir más, y quién sabe, tal vez GANAR.
Si seguimos jugando así, van a ser más los partidos que perdamos que los que ganemos. Hoy rescatamos un punto importante para la liguilla para la libertadores, pero la próxima vez ni Dios, ni el Papa, ni Papo ni Robocop vestido de monaguillo nos van a salvar.