El siete

Siete son los pecados capitales, y siete las virtudes para enfrentarlos. Siete las maravillas del mundo, y siete los colores del arcoiris. Siete las vidas de los gatos y siete los Jinetes del Apocalipsis. Siete fueron los goles que nos comimos ayer, cosa que no pasaba desde aquel nefasto campeonato jugado en Unión. Lejos de aquellos tiempos, las razones de tan abultada derrota no son las mismas que en esas épocas. Hoy nos enfrentamos al seguro campeón, un equipo con un nivel mucho mas alto que el de la categoría, que nos superó en todos los aspectos, pero con gran diferencia. No obstante, le dimos una mano grande con distracciones y errores, cosa que no debe pasarnos con los rivales que restan.
Hay mucho para destacar, como el nivel que encontró Javier Pinat, los dos goles de Cristian que sigue de racha, el gol que hizo Caru en su regreso (interceptando un violento tiro al arco de Cristian que no tenia destino de red)y la entrega de Martín. Villares también jugó bien, Trapo y el Vaso no desentonaron, realmente no se jugó mal. Ustedes saben que el optimismo no es la especialidad de la casa, pero a pesar de la gran diferencia entre los equipos, hubo momentos en los que se jugó de igual a igual, incluso se le llegó con peligro en otras oportunidades. Se convirtieron tres goles, lo cual no es poco.
El desafío es mantener el nivel con rivales del mismo escalafón que nuestra escuadra, y poder sacar los puntos que reflejen el verdadero lugar que el Ciclón se merece en la tabla.

Breves: 
Mentir-oso?: Algunos dicen que el mediocampista no se bancó el ritmo del partido y acusó una lesión mas falsa que el corte de Cruz en las eliminatorias de Francia 98
Y Nico?: el DT no para de acusar enfermedades e indisposiciones varias. ¿Hasta cuando va a mirar los partidos desde afuera? Dale Nico!
No se olvida: Se lo vió falto de ritmo, pero buscó y encontró. Encontró un piedrazo que tiró Cristian, pero lo transformó en gol, aunque casi pierde una costilla...
Sigue rindiendo: Se comió siete, pero no se equivocó casi nunca. Es fundamental para armar al Ciclón de abajo hacia arriba. Silencioso, sigiloso como una serpiente, siempre atento desde el fondo. Robocop no habla, pero juega.

Vientos

El viento fue el gran protagonista. A falta de fútbol, de despliegue y de variantes, las ráfagas que azotaban el predio de San Agustín, otrora gran enemigo del Riterstein, fueron el centro de los comentarios. Y si, era muy difícil jugar al fútbol en esas condiciones. Pero dejando de lado las excusas, queda el sabor amargo de haber conseguido solo un punto en el fin de semana, luego de haber jugado bien, incluso de haber merecido mas. En el partido de hoy, se jugó menos que en el del sábado, pero aun así hubo oportunidades de convertir. El primer tiempo fue mas flojo, no encontramos la pelota, la defensa jugó muy en línea y los espacios eran aprovechados por los rivales. Tras una jugada por la punta izquierda toda la zaga se desplazó tras la pelota, y tras un cabezazo errado por este cronista tres jugadores solos se miraron para saber quien iba a ser el verdugo de un Javier que nada tenia que hacer. A pesar de los gritos desesperados de Nico desde el banco, el Ciclón no se despertaba, el Oso y Mariano no podían controlar el medio y lo único que se podía hacer eran los interminables pelotazos a Cristian y a Ale, que no lograban controlar el balón. El segundo tiempo trajo un regreso muy esperado, el de Colombo, que logró meter un centro mágico y hasta tiró un sombrero. Calcado del partido del sábado, se arrancó con un gol casi desde el vestuario, nuevamente convertido por Cristian. Se jugó un poco mejor, hubo algunas jugadas colectivas y hasta un mano a mano desperdiciado. Pareciera que el Ciclón no es el Ciclón si no erra un par de goles hechos por partido, sea quien sea el delantero. Y así trascurrió un intrascendente partido, no sin sufrir varios sustos, un manotazo del vasco, una murra de Villares, algún cierre milagroso, esas cosas que ya sabemos... Ojalá soplen vientos de cola, que nos empujen a buen puerto. Vamos Ciclón! Que no decaiga!

Una derrota que duele

Es el colmo. Un partido que tenemos un segundo tiempo mejor que el primero, que hacemos mas de tres pases seguidos, que los rivales no llegan ni una vez, que generamos muchas oportunidades de gol... Una vez que queremos jugar al fútbol, que ponemos tres en el medio y vamos para adelante. Quizás sea una señal del destino, que nos tiene asignado otro lugar el tablero. Quizás pagamos caro este rotundo cambio de identidad futbolística. O quizás sea el comienzo de una gran etapa. Lo cierto es que se perdió, 2 a 1 con un penal cometido luego de que el jugador rival gambeteó a cuanto muñeco se le puso adelante. Un error que costó mas caro que un dolar blue. Para rescatar: Cristian es un gran número 9, y cuando logra sintonía con Pinat, Alejandrito y el Oso la cosa se pone linda. Le faltó claridad en la definición, luego del gran golazo convertido en el comienzo del segundo tiempo. El mediocampo fué solido en las dos versiones, destacándose el despliegue de Martín. La defensa no tuvo demasiado trabajo, gracias a la cantidad de tiempo que la pelota estuvo en poder del Ciclón. Un error abajo y la falta de justeza e el tiro final, nada mas. Por eso duele.