Medio lleno

la capacidad de encontrar el famoso "vaso medio lleno" ha sido siempre destacada como una virtud. Y sus poseedores siempre declaman que encontrar el vaso medio lleno es posible, si uno se predispone para ello.
Me gustaría que alguno de esos optimistas empedernidos pudieran venir a ver al Riterstein, alguna vez en su puta y miserable vida positiva.
Yo le busco la vuelta, y recuerdo ese pasto verde inmaculado, liso, llano, amigable con el balón. También recuerdo ese hermoso entorno arbolado, el aire puro y fresco, ese sol que acariciaba las nobles cabezas de los contendientes. Pero ese recuerdo ameno se me nubla cuando pienso en esos 80 minutos fatales de sabado por la mañana. Y el vaso cada vez mas vacío.
Vacío de fútbol, sin toques, sin cambios de frente, sin magia.
Vacío de gol, sin contundencia, sin aprovechar las oportunidades, sin hacer mella en un rival débil.
Vacío de suerte, cuando habiendo encontrado un arquero que respondió bien 78 minutos, se equivoca al llegar al final.
Vacío de jugadores, cuando parece que ya ni somos 11
Vacío de esperanzas, cuando perdemos con los equipos que no tienen buena perfomance en el torneo.
Está cada vez mas claro, lo nuestro es el vacío.

Tarde Malparida

Y si, cuando la cosa viene mal parida, viene mal parida. Ya se veía venir, con esa circulación de suma record de mails cofirmatorios, con la noticia de la nueva internación de Martín, con la dudosa desaparición de Gustavito, con el parte médico diario sobre la salud de Coqui, etc.
Y a pesar de todo, la incorporación de Ale, comprometiendose con el equipo, hizo que doce jugadores estuvieran disponibles para el encuentro. Pitazo inicial, y comienzo del calvario.
Describir en detalle el desarrollo del encuentro sería como hecharle sal a una herida aún sangrante. Dos situaciones de gol claras, concretas, desperdiciadas en el arco rival, se convirtieron minutos mas tarde en el primer gol en el propio. Y también se convirtió en el primero de una larga serie de desaciertos defensivos que el Lokau aprovechó, sin piedad.
Sin demasiado esfuerzo el Lokau ya ganaba tres a cero. Los patovicas de remera ajustada apenas habían empezado a transpirar y el Ciclón seguía, sin jugar mal, sin poder encontrar el camino. Ni siquiera de penal, a pesar de haber tenido hasta el rebote a disposición.
El ingresado Juani volvió a anotar, terminando el primer tiempo con un 1-3 y con una sensación de esperanza. Esperanza que se desvaneción apenas comenzado el segundo tiempo, con otra desatención que dejó al Pifa sin chances.
El resto, verguenza, desazón, mediocridad. Un 5-1 final que dejó al Ciclón pisoteado, sin orgullo (si alguna vez lo tuvo) y con mas dudas que certezas.
La semana que viene volvemos a San Agustín, una sede historicamente desfavorable. Las estadísticas sobre el rival se las dejo a Ariel, aunque creo que poco importan. ¿Podrá el Ciclón revertir esta situación? ¿Habrá que ir buscando ligas de nivel inferior? ¿Habrá que hacer un asado para levantar la moral? ¿O habrá que aceptar definitivamente que el fútbol es para verlo por TV?

Breves

Amenaza: Un Guille muy enojado amenazó con el retiro. Habrá que trabajar en la semana con este baluarte del equipo.
Aaaaaaaadentro!: conmemorando el inicio del mundial de Rugby, el Trapo volvió a convertir sobre los palos.
Pide pista: Otro de gol de Juani le mete presión al técnico.
Reiterativo: ¿Lo del asado ya lo hablamos, no?

Breves

Oso sobre ruedas: A pesar que la cancha estaba mas dura que una pista de aterrizaje, el Oso siguió de largo cuando quiso tirar un centro de zurda. Pensar que mucho menos a este cronista lo criticaron hasta el cansancio.
Propia medicina: Que caño que secomió el mago... Miró al rival y se fue cantando bajito. Solo le faltó aplaudirlo.
Seteen al Trapo: Antes de mandarlo al medio, cambienle el chip de despeje por default. Tanto cuando intenta el centro como cuando le pega al arco, la pelota sale 4 metros arriba del travesaño (mínimo).
Fresco: Mirar el partido desde afuera le hizo bien al gigante. Volvió con un golazo. Las esperanzas están intactas.

El último inmortal

Por mas que el destino siempre le juega una mala pasada, el se enfrenta con la vida y le ofrece el mortal filo de su espada. La vida ha intentado todo para sacarlo del juego: un enano maleducado que lo tentó y logró sacarlo de la cancha por un partido, algún desgarro traicionero, hasta enfermedades que en los simples mortales causan estragos, pero en él, solo rasguños. El Ciclón volvió a ganar, pero esta vez, gracias al gol de Guille, un jugador que ademas de dejar todo, ahora cumple la función de anotar. Conectó un centro bien pasado y entrando por detrás de todos cabeceó bajito, justo, certero.
El partido parecía tranquilo para el Ciclón, sobre todo pensando que el viento en contra que complicaba el primer tiempo se convertiría en un aliado para el segundo. Pero otra vez los de Patrone se fueron desdibujando. Hubo intentos de jugar y de tocar, lo cual no debería dejar de suceder, pero el rival era un conjunto intracendente, sin jugadores de velocidad ni de buen pié.
Ya en el segundo, y apenas arrancado el cotejo, un enorme defenso rival dejó sin chances a un Pifa que la vió pasar por arriba. Y que difícil que se puso.
No se encontraba el camino, ni por arriba, ni cambiando de frente, ni por abajo. Hasta que una combinación entre los dos tanques dió como resultado una impecable definición de Caruso por sobre el cuerpo de un arquero que no pudo hacer otra cosa que ir a buscarla a la red. Caruso volvió al gol, y el Riterstein volvió al triunfo.
Y ahora? Ya se vislumbra una semana difícil, con muchas ausencias. Habrá que confirmar temprano y esperar poder formar una escuadra decente que mantenga el nombre del Ciclón en lo alto de la tabla (bah, al menos en la mitad).